Los Mundos de la Oscuridad

Los mundos de la oscuridad, llamados en inglés «rogue planets» y en ocasiones «free floating planets» son mundos que existen en el «vacío» interestelar. Pero como ya comenté en el editorial de este mes ya podemos entender que ese vacío no está tan vacío como creíamos.

Tiene mucha lógica ¿no? Si pensamos que las estrellas acumulan la materia interestelar hasta conseguir suficiente masa para alcanzar fusión. También debemos imaginar que deben existir un montón de cuerpos que intentan acumular esa misma masa, pero nunca terminan de conseguirlo.

De hecho debe ser alguna suerte de campana normal, en donde las masas extremas de los agujeros negros y las estrellas están en un extremo, mientras que el polvo interestelar y los asteroides se encuentran en el otro. Pero claramente en el medio de esos dos extremos debe haber un montón de cuerpos que nunca llegan a conseguir alcanzar la fusión. Al menos no la suficiente para brillar como una estrella.

¿Cómo se Descubrieron?

La primera pregunta para muchos sería ¿se han descubierto realmente? Pero lo cierto es que han usado dos métodos. El primero es la técnica del «microlensing» o microlentes. Como sabemos cuando la luz atraviesa los alrededores de un cuerpo con masa, su trayectoria se curva por efecto de la gravedad sobre el espacio tiempo.

El astrofísico Takahiro Sumi de la Universidad de Osaka y sus colegas quienes se dedican a utilizar esos «lentes gravitacionales» han detectado 474 incidentes de microlentes. Y ellos calculan que al menos 10 de esos incidentes fueron causados por cuerpos cercanos a la masa de Júpiter. Según sus cálculos deberían existir al menos dos de estos «mundos de la oscuridad» del tamaño de júpiter por cada estrella en nuestra galaxia…

El otro método que también está siendo utilizado es el de la detección infrarroja. Evidentemente estos objetos no poseen la capacidad de emitir luz visible. Pero algunos de ellos son lo suficientemente calientes para emitir calor. Por poner un ejemplo Júpiter emite tanta radiación como la que recibe del Sol. Es de suponer que otros cuerpos de tamaño similar puedan hacer lo mismo.

Una forma relativamente sencilla de detectar cuerpos con esta opción, es apuntar los instrumentos de detección infrarroja hacia las zonas en donde sabemos que previamente se han formado estrellas en tiempos relativamente reciente. Y allí hay encontrado montones de protoestrellas, pero también objetos que tienen bajas posibilidades de terminar siendo estrellas alguna vez.

Pero algunos de estos cuerpos incluso tienen la posibilidad de tener sus propias lunas a su alrededor formando así una suerte de sistemas planetarios, pero sin orbitar ninguna estrella.

¿Llegó el momento de redefinir el concepto de estrella?

Imaginemos por un momento lo que significa esto para nuestra comprensión del universo. Lo que significa para la Ciencia Ficción, y para nuestra visión de futuro. Detalles que iremos ampliando en próximos artículos.