Los Cielos de Júpiter: Adiós al Hogar

Los soldados de la Inquisición son derrotados y La Universidad de Ganímedes queda atrás.

Los enemigos estaban dispersos y desordenados, aún cuando el grupo de Rackham no se había organizado completamente los soldados de la Inquisición caían como moscas, ¿acaso quien los coordinaba iba en el transporte? O ¿era que la llegada de Sheila y su grupo desde atrás los había descontrolado de aquella manera?

Diana y Louis se movían en cortas carreras entre los campos de sorgo para que los enemigos no pudieran ubicarlos con base al ruido de los disparos, las plantas bloqueaban la vista casi en su totalidad, los visores térmicos también eran bastante inútiles por la alta temperatura en que se encontraba el anillo agrícola; así que el oído era la principal guía.

«No retroceden.» Rackham tirado en el piso disparó a unas sombras que se movían a la posición que él y Diana acababan de abandonar.

«No están programados para eso.» Diana no disparó, en cambio se ubicó de modo que cuando los enemigos asaltaran la posición desde donde Louis acababa de disparar ella tuviese oportunidad de disparar con impunidad.

Por supuesto cuando los soldados de la Inquisición se lanzaron hacia la posición de Louis, este ya no estaba allí, pero Diana soltó un ráfaga de disparos a todos los soldados que tuvieron la mala suerte de atravesar su mira.

Aquel juego del gato y el ratón se prolongó por largo rato, con el enemigo persiguiéndolos a tontas y a locas y ellos casi dejándose atrapar pero tan solo para diezmar su número. Pronto se hizo claro que los perseguía solo una sombra.

«Deberíamos intentar atraparlo con vida»

«No Louis, sería demasiado arriesgado»

«No necesariamente» Louis disparó en la dirección general en que se aproximaba la sombra, pero sin ninguna intención de acertar, pero esta vez en lugar de huir como venía haciendo, solo se apartó un poco en silencio y se acurrucó unos pasos mas atrás. Los disparos del soldado enemigo volaron a pocos metros de distancia de donde él estaba, sin embargo Louis simuló un ahogado grito y lanzó un montón de tierra en el área donde se suponía que su cuerpo debía caer.

Los pasos ansiosos del soldado enemigo no se hicieron esperar, venía apresurado a cobrar la pieza que había estado cazando durante tanto tiempo, pero se sintió confundido al no encontrarla.

Sigiloso como una pantera, moviéndose por detrás de él venía Rackham, el suave roce de las plantas de sorgo apenas hacía ruido, sus pasos quedos ni siquiera se percibían…

Brincó sobre él, este se volteó y disparó un par de veces, pero las balas pasaron lejos de Louis, quien con una patada pretendió que el enemigo soltara el rifle, pero lo tenía agarrado como si en ello le fuera la vida, forcejearon un rato sobre e ella hasta que Diana llegó por detrás y con un golpe preciso en la base del cráneo lo dejó inconsciente.

Eso fue una locura Rackham.

Pero funcionó.

Pero casi te mata.

No, nunca tuvo ninguna oportunidad.

Diana iba a replicar cuando notó algo raro con el soldado enemigo, se agachó y le tomó el pulso…

Está muerto, pero yo no lo golpeé de forma de matarlo.

Louis también se agachó y le tomó el pulso en el cuello.

Respiraba hace apenas unos segundos, incluso después que lo golpeaste, estoy seguro.

¿Se ha suicidado?

Louis no respondió pero tomó el arma del enemigo y esta se deshizo instantáneamente en su mano.

Parece que la Inquisición está dispuesta a grandes sacrificios con tal de no permitirnos acceso a nada de su tecnología.

Ante sus ojos el soldado que estaba a sus pies también se estaba descomponiendo rápidamente.


Sheila estaba asombrada de lo fácil que fue derrotar a todos aquellos soldados de la Inquisición, combatían con un extraño apasionamiento, no podía negarse, pero también eran un poco idiotas al hacerlo.

¿Donde están los cadáveres? —Preguntó Allan al bajar del ascensor y encontrarse los predios de la Universidad mas vacíos de lo que él esperaba.

Sheila se aproximó a montón polvoso cerca de allí.

Creo que esto era un soldado.

Brujería —opinó Waldemar apoyándose en Violeta por una herida que había recibido durante el combate— los cadáveres de la gente normal no se convierten en eso al morir, la Inquisición juega con cosas del Demonio.

Los otros se miraron divertidos, pero no discutieron las ideas del viejo Capitán.

Siguieron su camino para encontrarse con el grupo que se había quedado en el orbital, por el camino encontraron muchas huellas del combate que había tenido lugar, pero ni un solo cadáver enemigo.


Los reactores habían subido ya hasta el hangar y estaban montándolos a las corbetas. Desde el boquete que las fuerzas de la Inquisición habían hecho al hangar Louis miraba hacia abajo a la selva artificial que cubría los suelos de la Universidad de Ganímedes.

¿Estás listo? Ya casi es hora de irnos.

He vivido toda mi vida en este orbital, Diana, y ahora tengo que huir.

No hay manera de que podamos enfrentarnos a la Inquisición con las fuerzas que tenemos ahora —Diana abrazó a Louis por detrás— pero un día volveremos.

Un día…


Sheila había seguido las instrucciones de Rackham al dedillo pero no parecía haber nada en aquellas coordenadas.

¿Estás seguro que este es el lugar?

Louis simplemente asintió y realizó algunos cambios de luces con los controles de la nave. Pocos metros mas adelante, en medio del vacío del espacio apareció un portal de entrada a un hangar.

¿A donde nos has traído Rackham?

A la casa de su familia —respondió Diana— al menos eso fue lo que me dijo.

Rackham se mantuvo en silencio.

Yo he escuchado hablar de este lugar, esto es…

Ninguna parte —refunfuño Louis.

No —negó Sheila— este lugar tiene un nombre, esto es Julia, la ciudad de los asesinos…

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Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

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