Los Cielos de Júpiter: Escape y Retaliación

El transporte militar es destruido, pero en el interior del orbital las cosas se vuelven mas peligrosas y extrañas...

La única alternativa del transporte militar era intentar huir, arrancó los anclajes del orbital y aceleró cuanto pudo, pero las pequeñas corbetas eran demasiado ágiles y sus capitanes muy hábiles, no se había alejado mucho cuando Violeta había conseguido destruir los propulsores principales de popa, el transporte ahora solo se movía con la inercia y con los propulsores de maniobra, mientras que el plasma se perdía inútilmente en el vacío se hacía evidente que estaba perdido.

¿Cuanta tripulación quedará a bordo de este transporte? —Preguntó Sheila— ¿crees que sea posible invadirlos y tomar control?

Pero no había ella preguntado aquello cuando el navío estalló en pedazos disparando escombros en todas direcciones y enviando a las pequeñas corbetas a girar en órbitas descontroladas.


Joseph bajó del árbol con el mismo sigilo con el que había subido.

Hay dos soldados detrás de nosotros, pero vienen cuatro por delante, no nos han visto creo, pero vienen para acá.

Gracias Joseph —susurró Louis,— no hay tiempo que perder, vamos contra los dos de atrás, aunque nos descubran.

Pasternack y Rackham se arrastraron silenciosamente con los dos niños mas atrás, encontraron a los soldados poco mas adelante y abrieron fuego de inmediato, estos no tardaron en cubrirse y responder el fuego.

Silenciosa, Diana se arrastraba por un lado, intentando flanquearlos, ocupados en los dos hombres que tenían delante los soldados no sospechaban de Diana, pero esta sabía que debía apresurarse porque el sonido del tiroteo de seguro ya había atraído al resto de los enemigos.

Suelta el arma —le susurró Diana a uno de los soldados.

Pero este, sin ningún reparo por su propia vida, se volteó e intentó disparar a Diana, pero ella le disparó antes. Pasternack y Rackham rodearon al segundo soldado y también tuvieron que acabar con su vida pues se negó a rendirse también.

¿Qué sucede con estos tipos? —Preguntó Diana horrorizada— ¿Son tan fanáticos que ni siquiera se rinden con un cañón apuntando a su cabeza?

No creo que sea eso —Dijo Rackham quitando el casco a uno de los soldados— Pasternack, quítale el casco a ese.

El Profesor obedeció; los rostros de ambos soldados eran idénticos.

No tenemos tiempo para discutir esto ahora, mejor vámonos, pero creo que está claro a quienes nos enfrentamos.


Allan despertó a Sheila sacudiéndola con fuerza.

¡¿Qué?! ¿Qué te pasa Allan?

Intenté dándote un beso pero no te despertabas.

Sheila miró alrededor y descubrió su nave dando vueltas a la deriva, estabilizó el vehículo y todos los recuerdos fueron regresando a su mente.

Todo mundo reportese —ordenó la Almirante a través de las comunicaciones.

Afortunadamente nadie había muerto pero casi todos estaban terriblemente golpeados y magullados, del transporte militar no quedaban mas que ruinas flotando en el espacio, las corbetas estaban funcionando, pero necesitarían grandes reparaciones.

Allan intenta ponerte en contacto con Rackham, averigua que está ocurriendo allí dentro.


El interior habitable del orbital de la Universidad de Ganímedes, poseía una gravedad, temperatura y tamaño agradables para los seres humanos; los anillos agrícolas por otro lado eran muy diferentes, una planta no necesitaba la gravedad que un ser humano necesitaba, ni la temperatura y mucho menos el espacio.

La mayoría de los anillos agrícolas estaban llenos de agua para cultivar algas en su interior, apenas unos pocos poseían alguna superficie en donde caminar. Diana, Pasternack, Joseph, Miriam y Rackham huían por uno de aquellos anillos, un largo campo de sorgo que se levantaba mas de un metro por encima de su cabeza a causa de la baja gravedad.

Esto pica —se quejó Miriam.

Protegete el rostro con los brazos —le advirtió Diana.

Detrás de si habían dejado varias puertas que de seguro los soldados de la Inquisición no tardarían en derribar, pero al menos tenían la ventaja de que bajo el intenso calor de las luces artificiales y la enorme humedad de los cultivos hidropónicos sería muy difícil detectarlos. Los anillos agrícolas eran enormes, así que mientras se mantuviesen en movimiento tenían la oportunidad de dejar a los enemigos atrás.

¿A donde vamos Louis? —Preguntó Joseph.

Mas adelante hay una pequeña estación de control agrícola, allí podremos refugiarnos.

Y con suerte encontraremos a algunos de nuestros compañeros —Agregó Diana.

En efecto en la pequeña construcción aguardaba un pequeño contingente de siete personas, en un principio hubo peligro de enfrentamiento entre los dos grupos, pero consiguieron identificarse antes de que los disparos comenzaran a volar.

Necesitamos mejores protocolos de comunicación, algo que nos ayude a confirmar que no somos enemigos con mas rapidez. —Pasternack se notaba cansado mientras decía aquello, se sentó en una de las sillas que le ofrecían.

Pues te encargo a ti de eso —Louis se limpió el sudor, el calor y la humedad eran intensos.— D’Aramitz piensa que la Inquisición puede incluso leer las comunicaciones subconscientes.

No hay manera de que eso sea cierto —intervino otro de los presentes.

Pedro, la tecnología de la Inquisición no hace mas que asombrarnos, están a años luz de nosotros —continuó Rackham— acabamos de descubrir que los soldados que nos atacan son idénticos entre si.

¿Clones?

Ya quisiera yo que fueran clones, con un clon se puede razonar, pero parece que esto son alguna especie de subhumanos creados solo para luchar. —Aclaró Diana.

Fueron interrumpidos por la transmisión subconsciente de Allan.

«Estamos atracando hemos destruido el transporte militar enemigo ¿Se encuentran bien?«

«Allan estamos rodeados de enemigos» contestó Pasternack. «Pero es bueno saber que el hangar ha sido liberado.«

Esto es genial, ¿ahora tendremos que abrirnos paso de regreso? —Preguntó Pedro.

Si estuviésemos combatiendo enemigos normales podríamos negociar su rendición, ya no tienen transporte así que sus posibilidades de regresar a casa son muy pequeñas, pero con estos tipos

No hay negociación que valga —le respondió Diana a Louis.

Pero con las tripulaciones de Sheila llegando por el hangar, y ellos dispersados por todos los anillos agrícolas, tenemos un mejor chance —Rackham se quedó pensando por unos instantes— Vamos a arriesgarnos a enviar una comunicación vía subconsciente a ver si logramos agruparnos y crear un solo frente, este lugar es tan bueno como cualquier otro, pero vamos a necesitar entretener a los soldados que ya se aproximan.

Pasternack y los niños se quedaron coordinando la reagrupación mientras Diana, Louis, Pedro y el resto salieron a intentar emboscar a los soldados que se aproximaban.

Los Cielos de Júpier continuará el Miércoles 26 de Febrero de 2014

Este capítulo se publica con retraso de una semana, espero sepan disculpar, problemas de conexión y descuido de mi parte.

Ayudanos a continuar creciendo, comparte este artículo con tus amigos
Foto del avatar
Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

Artículos: 7148

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.