Se dice que en esta vida no hay crimen sin castigo. Es por ello, que no debe haber lectura de la Saga de Miles Vorkosigan sin reseña. Con el ánimo de cumplir con ese deber primigenio, vengo a ofrecer la siguiente reseña.
Esta vez se trata de la novela Titulada Cetaganda, la cual según nuestra investigación, se encuentra ubicada entre Fronteras del Infinito (ya leída) y Hermanos en Armas (ya leída) esto si tomamos en cuenta la cronología interna, en cambio si seguimos el orden de publicación —esto es todo lio en cuanto a esta saga se refiere— las novelas mencionadas preceden a Cetaganda. Y, antes de que lo pregunten, las he leído en este orden por confusión mía. Y doy fe, que puede disfrutarse sin mayores problemas.
Hecha esta salvedad, procedamos a los esquemas de siempre.
Trama.
Gracias a la ingeniería genética, el imperio de Cetaganda está regido por dos clanes hegemónicos: Los imperiales Haut y los militares ghem.
Como representantes diplomáticos del imperio de Barrayar, Miles Vorkosigan ha de asistir, con su primo Iván, a los funerales de la recientemente fallecida emperatriz de Cetaganda.
En un entorno social ajeno y extraño, Miles se verá obligado a introducirse en la política interna de Cetaganda, y a intentar abortar un complot que amenaza la continuidad de todo el programa genético del imperio, y que podría perjudicar también a Barrayar.
Comentario sobre Cetaganda
A estas alturas del juego, ya es casi predecible lo que puedo llegar a decir sobre una novela de Lois McMaster Bujold. Es público y notorio que soy un fan irredento, por lo tanto esta disertación no será tan extensa; puesto que mi opinión sobre los elementos técnicos no ha cambiado. Tampoco mi percepción sobre los personajes o las capacidades narrativas de la autora.
Hasta este apartado, es una novela de Vorkosigan común y corriente, fácil de leer, divertida a manos poder y sumamente digerible. Dicho esto se preguntará ¿Qué es lo destacable en este libro que merece una reseña? Pues que en el apartado de construcción de mundo, coherente y consistente esta mujer se lleva una medalla.
Cetaganda transcurre en el planeta capital del temible imperio cetagandano, que si ustedes han leído las otras novelas sabrán que esta nación galáctica es expansionista, socialmente darwinista y ya tuvo sus roces con Barrayar. En términos sencillos, tienen historia ¡y qué historia! Al ser Cetaganda, el Estado galáctico más temible del universo, y los candidatos a villanos usuales para Miles, a uno siempre le surgen las dudas por saber ¿Cómo es esa sociedad que recuerda tanto a Japón como a los maoríes? ¿Cómo es esa sociedad que es tan cercana como alienígena? Pues esas interrogantes son resueltas en este libro.
En Cetaganda la autora pone a nuestro héroe en un complot aparentemente sencillo, el cual se vuelve una mera excusa para hablarnos de la sociedad cetagandana, la cual es rocambolesca y a ratos cercanos y a otros, terroríficamente alienígena. ¿Qué diferencia a Cetaganda de los demás pueblos? La dicotomía entre las castas gobernantes, pero por encima de todo el hecho de hallarnos frente a una sociedad donde la genética rige lo social y lo político. Tomando como punto de partida, la autora crea una sociedad interesante donde ella puede con libertad, explayarse sobre política, la sociedad, el rol de la mujer y la bioética. No sin ello mostrarnos la evolución de Miles y mostrarnos como lo hace sufrir.
Aquellos que disfruten con estos elementos especulativos dentro de las novelas de ciencias ficción saldrán sumamente complacidos por el tema y el desarrollo de estos aspectos. No llegan a los niveles de una novela de ciencia ficción dura, pero son realmente entretenidos. Es por ello, que a esta novela debería dársele una oportunidad, y creo que hasta el momento es una de las mejores, por ser la más creativa en sus aspectos.
Es por eso que digo, que Cetaganda no tiene desperdicio, léanla sin dudar. 1000% recomendable.
