Los Cielos de Júpiter: Faro Radiactivo

Escalaban la atmósfera, la golpeada nave se sacudía violentamente, el agujero en el reactor no era precisamente aerodinámico, pero las nubes se abrían, y el jalón terrible de la gravedad joviana se sentía cada vez mas débil, iban a lograrlo, los instrumentos indicaban que iban a alcanzar la órbita, no había duda de ello, pero el viejo Capitán sentía que tenía el corazón en la boca.

Finalmente volvieron a sentir la ingravidez, lo habían logrado. Perceval le hablaba pero Waldemar necesitaba un segundo para recuperar el aire, abrió lo ojos, Júpiter los estaba mirando, ¿tendría el valor para volver a penetrar los dominios del antiguo dios?

—¡Capitán! —Percy se estaba poniendo nervioso— ¿se encuentra bien?

—Sí muchacho, no te preocupes, es que por un momento pensé que no lo lográbamos.

—Todavía no lo hemos logrado señor, estamos demasiado cerca de los enemigos que dejamos atrás, ellos no saben en donde hemos salido, pero de seguro estarán buscándonos.

—¿Y nosotros? ¿Sabemos donde estamos?

—Someramente estamos unos minutos mas cerca del punto de reunión en Ciudad Tsiolkovski, pero fijar una posición exacta tomará algunos minutos.

—Intente ubicar un satélite.

—Eso va a estar difícil, pero además, ¿cree que sea lo mas prudente pedir ayuda?

—¿Ves alguna alternativa?

Perceval se mordió los labios y meneó la cabeza.

—¡Silverio! —Dijo el Capitán a través del comunicador— usted y su equipo intenten ocuparse de la fisura en el reactor, y no se confíe, es altamente radioactivo.

—Sí señor.

Silverio y otros dos miembros de la tripulación se prepararon para salir.

—Mientras tanto intentemos ponernos en camino. —Dijo el Capitán mas para si mismo que para nadie mas.

Enfiló la nave en la dirección aproximada donde creía que se encontraba Ciudad Tsiolkovski.

—Estamos de suerte Señor, encontré un satélite, pero al igual que todos los otros en esta zona, debe estar intervenido por la Inquisición, debe ser muy cuidadoso con lo que dice…

Waldemar asintió en silencio intentando encontrar las palabras adecuadas, finalmente dijo:

—La Riqueza Prospera casi termina como la Prospera Riqueza, somos incapaces de retornar al seno de Dios.

—Si la Inquisición está escuchando las transmisiones en el área no creo que entienda mucho, pero no dudo que levantarán mas de una ceja.

—Eso fue lo mejor que pude hacer Percy.

—Lo sé Señor —Perceval envió la misteriosa transmisión.

Mientras tanto Silverio y sus compañeros habían salido y contemplaban la tronera en el reactor con caras largas.

—La radiación de esta cosa es horrorosa —la que hablaba era Amelien, una de las tripulantes mas jóvenes.

—¿Realmente podremos reparar esto? —Preguntó otro tripulante llamado Willbur.

—Si no nos exponemos demasiado tiempo a la radiación… —Silverio colocó el parche de metal sobre la ruptura.

Amelin y Wilbur comenzaron a a aplicar la soldadura, pero se hacía evidente que ni uno ni dos parches harían la gran cosa.

—Señor Perceval el primer parche está en posición, pero los niveles de radiación no bajan mucho.

—No bajan casi nada mejor dicho —aclaró Amelin tomando las lecturas nuevamente.

Perceval checó sus instrumentos y en efecto la nave brillaba en una larga variedad de espectros.

—Ese cristal es una bendición y una maldición, nos provee de una cantidad de energía impresionante, pero sin la cobertura de Torio va a revelar nuestra posición a cientos de kilómetros a nuestro alrededor, pero intente cubrirlo lo mejor que pueda Señor Silverio, poco mas podemos hacer.


El jet surgió a la órbita a toda velocidad, si había un combate Rackham no quería ser atrapado en él.

Louis tenía mucho tiempo pensando que necesitaba preparar el jet para el combate, pero siempre lo dejaba todo para última hora, pues la hora había llegado y el jet continuaba desarmado…

Ubicó el satélite desde donde Waldemar había enviado la transmisión, pero no había ni rastro de…

Un rastro de Torio, ¿el reactor de la Riqueza Prospera estaba goteando Torio líquido? Se preguntó Louis, entonces en efecto estaban en problemas, sin el Torio para modular la reacción los cristales tenían que estar brillando como un faro en prácticamente todo el espectro electromagnético.

Sus instrumentos no tardaron en encontrar la brillante pluma de radiación atravesando el cielo. Aceleró en esa dirección

—Capitán Waldemar ¿Puede copiarme?

—Señor Rackham, no se acerque a menos que traiga con usted una armada, creo que nos viene persiguiendo al menos la mitad de la flota.

—Entonces va a necesitar mi ayuda para quitárselos de encima, no tengo una armada conmigo, pero tengo una idea.

En realidad eran solo nueve fragatas y ocho destructores, pero por supuesto desde el punto de vista del Capitán de una corbeta destartalada aquello tenía que lucir no como media flota de la Inquisición si no como flota y media. Y les iban pisando los talones, con el reactor en buenas condiciones la Riqueza Prospera podría dejar aquellas naves atrás con facilidad, pero en aquellas condiciones lo tenía bastante difícil.

Sin embargo la corbeta llevaba tanto tiempo acelerando continuamente que incluso el pequeño y rápido jet tuvo dificultades emparejando su velocidad, Rackham maniobró un poco a un lado de la nave, pero finalmente consiguió acoplar el jet del lado donde estaba la fuga del reactor. Entonces con rapidez salió del jet y entró en la corbeta.

—Señor Rackham, me alegro de verlo pero ¿de qué servirá ocultar la radiación ahora que ya nos han descubierto? —La vos del capitán era desesperada.

—Esa es solo la primera parte del plan Capitán. Teniente Perceval, ¿me permite acceso a sus controles?

—Por supuesto Señor Rackham —Percy se puso de pie sin entender mucho.

El Capitán apenas levantaba los ojos de sus propios instrumentos, atento a cualquier reacción de los enemigos que los perseguían. Sin embargo por un momento intercambió miradas de incredulidad con su segundo al mando.

Las manos de Rackham se movían con rapidez y gracia sobre los controles de la nave, finalmente sacó un diminuto dispositivo de memoria y lo introdujo en una ranura en la cónsola.

—¿Qué hace señor Rackham?

—Actualizo la Inteligencia Artificial de la nave Capitán.

—¿Cree usted que este sea realmente el mejor momento?

—Le aseguro que no hay mejor momento, mientras tanto usted no deje de acelerar.

La actualización había terminado y Louis comenzó a darle nuevas instrucciones a la nave.

—Y ahora que ha actualizado la I.A. ¿qué pretende logar con eso? —Preguntó Percy.

—Estoy indicando a la corbeta que se coma al jet.

—¿Cómo? —Preguntó el Capitán quien no acababa de entender.

—Así como los nanites que pueblan el casco de la corbeta pueden crear alas para volar en la atmósfera joviana, también se les puede instruir para que hagan otras cosas, por ejemplo en este momento le he dado órdenes para que transfiera los contenidos del reactor del jet a su propio reactor, y que use el resto de los materiales del jet para reparar cualquier otro daño.

—¡Pero eso es fantástico! —Exclamó Waldemar.

—Pero Señor Rackham, usted me disculpará, ¿no será problemático tener dos cristales en donde antes solo cabía uno? —Perceval era mas comedido y precavido.

—En realidad cada reactor carga no un solo cristal si no una serie de cristales, la configuración de esos cristales puede cambiarse para acomodar a un número mayor, tiene razón al señalar que podría ser problemático, pero le aseguro que estaremos mejor que en nuestra situación actual.

Una alarma interrumpió el discurso de Rackham, los enemigos estaban a rango de disparo y no habían esperado mucho para comenzar la fiesta.

Los Cielos de Júpiter continúa el Miercoles 12 de Marzo de 2014

Un nuevo retraso en la republicación de este capítulo, pero ya saben ustedes como son estos días de fiesta. Espero sepan entender.

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Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

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