Dominio de R ¿O Frustración de R? (Historias de la Vida Real)

Esta no es una reseña de la serie de novelas de Dominio de R de Jaques Sadoul, pues nunca la he podido terminar. Sino una historia personal de todas las peripecias y aventuras que le ocurrían a un amante de la Fantasía y la Ciencia Ficción en otra época, donde la Internet era apenas un sueño.

Algo curioso de este blog es que las historias personales suelen tener bastante éxito. Pero yo siempre me olvido de escribirlas. Este es un intento de corregir eso.

Estamos hablando de más de 30 años atrás, tendría yo entre 14 o 17 años, no recuerdo muy bien. Era aquella una Venezuela muy distinta, con una economía muy diferente a la actual. Pero yo como siempre adelantado a los tiempos, no tenía como comprar los libros que quería (y yo quería comprar muchos libros).

Recuerdo que estábamos en Semana Santa, el calor era sofocante. Y yo estaba en la ciudad de Acarigua, en el estado Portuguesa, que es un lugar caliente sin importar el clima. Mi señor padre, quien ya me consideraba todo un hombre, me había dado una cantidad considerable de dinero para que me comprara la ropa. Pero había sido muy específico, tenía que comprar cuatro franelas o camisas, cuatro pantalones y tres pares de zapatos ¡como mínimo! Era la primera vez en mi vida que iba a comprar mi ropa yo solo, y estaba muy nervioso cargando aquel dinero. Venezuela no era tan insegura en aquella época, pero los problemas ya habían comenzado tiempo atrás. Y además aunque lo disimulaba muy bien, yo siempre he sido muy tímido. Y me intimidaba la idea de tratar con los comerciantes de la ciudad.

Mi papá me había dado la libertad de comprar donde yo quisiera. Pero me había recomendado cierto mercado de la ciudad en donde en su opinión estaban las mejores ofertas. Yo que conocía muy poco del asunto, preferí hacerle caso. Apenas llegué al lugar descubrí algo que no me esperaba, libros…

Creo que en toda la ciudad de Acarigua en aquella época solo había una librería. Y era mayormente una papelería y una venta de libros escolares, con uno que otro libro de autoayuda. Pero aquello no eran libros de autoayuda, eran libros de Ciencia Ficción y Fantasía. Una mesa repleta de libros de Ciencia Ficción y Fantasía en medio de la calle y a unos precios de risa. Yo había visto muchos de aquellos mismos libros en las librerías de Barquisimeto y Caracas con unos precios temibles. Era una oportunidad que no se me presentaría dos veces, aquellos libros debían ser míos. Pero ¿y mi ropa?…

Bueno, para ser sincero mi papá era un hombre bastante generoso. Me había dado dinero más que suficiente para comprar toda la ropa que me había indicado. Así que si yo conseguía estirar el dinero lo suficiente podría comprar algunos libros y aún así comprar toda la ropa que necesitaba.

El problema es que yo no quería solo algunos libros, yo quería TODOS aquellos libros…

Y los compré. Digamos que aquel año no me vestí de forma tan refinada como mi padre esperaba. Y que por el contrario quizá me compré algunas piezas de ropa y calzado de cuestionable calidad. Pero adquirí todos aquellos libros.

Fue allí donde adquirí algunos de mis libros favoritos: El Príncipe Gris de Jack Vance. Dos de las novelas de «Los Señores del Cielo» de John Brosnan. Una colección de relatos llamada «Dinosaurios». Dos colecciones de relatos de Alfred Bester (las cuales odié). El Rey de Amarillo de Robert W. Chambers. Y las mentadas novelas de la saga de Dominio de R de jaques Sadoul.

La Fantasía Francesa es MUY Distinta

Como les comenté era otra época, yo apenas había leído algunos libros de Ciencia Ficción y Fantasía que había tenido la suerte de encontrar en Barquisimeto. En esta ciudad sí existían varias librerías y no todas se limitaban a Autoayuda y Textos Escolares. En algunas podías encontrar libros de Ciencia Ficción y Fantasía, pero en la mayoría de los casos a unos precios horrorosos. No obstante si buscabas entre los libros usados podías tener mejor suerte. Y yo había tenido algo de suerte con algunos libros de Asimov, y colecciones de relatos. Pero eran en su gran mayoría autores de origen anglosajón, que tenían todos más o menos un estilo parecido.

Así que el encontronazo con la fantasía francesa fue mayúsculo. Primero Jaques Sadoul no seguía un orden narrativo muy claro. En un momento estaba narrando sobre un personaje, al siguiente saltaba a otro personaje, en otro momento del tiempo, y de golpe regresaba al personaje anterior sin aviso y sin protesto. Por si esto fuera poco las novelas del Dominio de R se ambientan en un mundo de sueños. Así que poseen unas características surrealistas, una nunca está muy seguro de nada. Y por si fuera poco parece que los dioses y los mortales se encuentran en conflicto desigual.

Ah y nunca olvidaré el erotismo, aquellos libros tenían unas pocas escenas eróticas que me resultaron totalmente inesperadas, pero no serían mi única sorpresa…

Totalmente Inesperado Final de mi Dominio de R

No lo voy a negar, me costó mucho leer la saga de Dominio de R, porque el señor jaques Sadoul de verdad iba muy en contracorriente a todo lo que había leído en aquella época. Pero al mismo tiempo era interesante, era desafiante para una mente como la mía en aquel entonces. Como que me mostraba el tremendo potencial que tenía la fantasía.

Persistí y aunque me costó continué leyendo, y cuando iba llegando al final, vino otro de esos cambios drásticos, pero MUY drásticos, extremadamente drásticos. De pronto aparecieron otros protagonistas, otros antagonistas, y un estilo literario muy distinto, tan distinto, tan diferente, que en efecto era otro libro…

Mi copia de Dominio de R vino mal editada y en sus páginas finales están incrustadas las páginas de otro libro. Una suerte de texto sagrado hindú, o algo por el estilo. ¿Se imaginan mi frustración?

Por muchos años busqué en la Internet otra versión de Dominio de R con el final correcto.Y solo la he podido encontrar hace poco, más de treinta años después. Cuando tenga tiempo espero terminar esta saga, y entonces les contaré…