Sobre los monos y las máquinas de escribir, se dice que una infinidad de monos escribiendo durante una eternidad, serían capaces de escribir los trabajos de William Shakespeare, o en habla hispana, El Quijote.
No obstante, ¿Qué pasaría si removemos el infinito de esa ecuación y en su lugar utilizamos números muy muy grandes?
A este respecto en el genial canal de Anton Petrov, nos cuentan sobre un para de interesantes estudios:
Monos y Máquinas de Escribir
Parece que el matemático Émile Borel fue el primero en utilizar esta «metáfora de los monos». Sin embargo Borges en sus historias de La Biblioteca de Babel, traza el concepto mucho más atrás. Pero ¿Cuanto es cierto y cuanto es ficción? No lo sabemos.
El primer «estudio» interesante fue de la Univesidad de Plymouth, donde en efecto tomaron monos reales, y les dieron un teclado y un monitor conectados a un computador que a su vez transmitía la información a la universidad.
Los monos no consiguieron escribir nada realmente, pero sí repitieron la letra «S» en múltiple ocasiones. Incluso llegó un momento en que se pusieron a golpear el teclado con una piedra, y hasta orinaron y defecaron sobre este…
Lo cual deja mucho que decir sobre la capacidad de generar texto aleatorio de los monos…
Sin el Infinito
Otro estudio más interesante por parte de Stephen Woodcock y Jay Falletta intenta evaluar la misma idea, pero quitando el infinito y utilizando números muy grandes.
Por ejemplo calcula ¿Qué podrían tipear 200.000 monos (aproximadamente la población de monos en el planeta) durante toda la vida del universo…
Y la conclusión es que no, sería imposible para estos monos incluso si lograran tipear muy rápidamente, no sería posible obtener más que unas cuantas páginas coherentes cuando mucho.
La pregunta entonces es ¿Qué pasa con el ADN? ¿Cómo pudo la vida organizarse y evolucionar en un espacio de tiempo limitado en un universo finito? La ciencia actual no tiene respuesta.
Yo creo que esto posiblemente apunte a un multiverso infinito, pero eso sería todavía más difícil de probar.
También me pregunto, si no será otra prueba de la simulación, quizá este universo no es real, sino simulado, y ya venía con la vida programada previamente.
Y quizá también nosotros somos los monos que tipeamos nuestras historias con nuestras vidas…
Y por si acaso no nos vemos, ¡buenos días, buenas tardes y buenas noches!
Discover more from La Cueva del Lobo
Subscribe to get the latest posts sent to your email.