Las Crónicas del Señor de la Guerra o The Warlord Chronicles, como son tituladas originalmente en inglés. Es una trilogía de novelas, El Rey del Invierno (The King of Winter), El Enemigo de Dios (Enemy of God), y Excalibur.
Como podrán adivinar por el título de la última novela, se trata de una saga en torno a la figura del Rey Arturo, y de todas las leyendas que lo involucran. Bernard Cornwell, intenta mantener una cierta coherencia histórica, pero lo más genial es que se las ingenia para no deshacerse de los aspectos legendarios y mágicos por completo.
Podría incluirse estas novelas dentro del subgénero del Grimdark, pues el tratamiento de las batallas, las muertes, la enfermedad, la guerra, el envejecimiento, el sexo, el romance, etc. Es muy cercano al realismo (sin dejar de ser ficción claro). Estoy seguro que los fans de Juego de Tronos estarán muy complacidos con esta saga. Y quizá lo más interesante sea el uso inteligente que hace de la magia y los aspectos fantásticos de esta conocida leyenda.
Las Historias de Las Crónicas del Señor de la Guerra
En este caso es más apropiado hablar de las historiaS, más que de la historia, porque Cornwell nos narra de manera muy curiosa. Cada capítulo es muy extenso (lo cual quizá moleste a algunos) pero cada uno de estos episodios nos cuenta en cierta manera una historia autoconclusiva, al tiempo que deja espacio para una multitud de formas para que la historia continúe.
Curiosamente el protagonista principal no es Arturo, sino Derfel Cadarn. Un joven Sajón quien sobrevive en las más misteriosas circunstancias tras una terrible batalla, y termina siendo criado como britano, nada más y nada menos que en la casa de Merlín…
Érase una vez, en una tierra llamada Gran Bretaña, estas cosas sucedieron … bueno, tal vez. Las Crónicas del Señor de la Guerra es mi intento de contar la historia de Arturo, ‘Rex Quondam Rexque Futurus’, el Rey que fue y el Rey que será, aunque dudo que alguna vez haya sido un rey. Sospecho que fue un gran señor de la guerra del siglo VI. Nennius, quien fue uno de los primeros historiadores en mencionar a Arturo, lo llama el «dux bellorum», líder de batallas o señor de la guerra.
Bernard Cornwell
La primera novela arranca bastante despacio, y con toda la calma establece la ambientación. De hecho aunque siempre estará presente de una forma u otra, el propio Arturo no aparecerá hasta que el libro esté bien avanzado, y de Merlin no tendremos noticias sino hasta muy adelante.
Sin embargo una vez la historia se pone en movimiento, nos enfrenta a un ciclón fascinante de emociones y acción. Los personajes tendrán pocos momentos de descanso (de lo que se quejarán bastante) y todos sus sacrificios y privaciones tendrán pocas recompensas. Aunque algunas recompensas serán verdaderamente increíbles.
A destacar la forma en que describe el autor la estrategia y las batallas. Aunque se ubica en las edades oscuras, tras el declive del Imperio Romano, y los guerreros habían aprendido mucho del estilo de combate de las legiones. Era un estilo de guerra muy brutal, en donde el valor de enfrentarse al enemigo cara a cara lo era prácticamente todo.
¿Y la Magia?
Una de las cosas más geniales de esta historia es el tratamiento de la magia, mucho de lo que nos muestran se reduce a rituales, trucos para engañar a los incautos, y superstición. Pero de pronto aqui y allá nos deja el espacio para la duda. ¿Fue aquello magia? ¿Fue pura suerte? ¿Tantas veces? Y por supuesto nos plantea las preguntas, ¿qué es la magia? ¿Qué es la suerte? ¿Qué es el destino? ¿Qué son los dioses? Etc.
¿Era Excalibur una espada mágica? Quizá, podría atribuirse su fama a los buenos oficios de guerrero de Arturo. A las buenas estrategias que se planteaba antes de cada batalla o sencillamente a la suerte. Pero de lo que no cabía duda es que sus enemigos temían a la famosa espada.
¿Tenían los Druidas algún poder verdadero? Tenían la capacidad de impresionar a la gente, tal vez algunos eran unos simples idiotas que brincaban muy mal y hacían unos gestos raros con el rostro y las manos. Pero había otros que sabían dominarse muy bien en mitad del campo de batalla, y una palabra dicha en el momento adecuado puede sembrar el valor o la duda en el corazón de un guerrero.
Finalmente tenemos el asunto de las religiones. Muchos han apuntado al interesante conflicto entre el Druidismo y el Cristianismo. Pero en estas novelas hay mucho más. El Imperio Romano se ha desmoronado, pero los templos de los viejos dioses siguen en pie. El Druidismo no solo debe competir contra el Cristianismo. Es que también ha tenido que sobrevivir a las religiones de los Romanos.
El aspecto fantástico de la historia siempre queda en suspenso y siempre queda a juicio del lector. En efecto veremos prodigios, pero queda de parte del lector decidir que es lo que ha ocurrido realmente.
La Leyenda del Rey Arturo como nunca
Aunque estas novelas se comienzan a publicar en 1995, yo apenas las vengo a leer unos días atrás. Me las regaló un amigo que se fue del país hace tiempo, y yo acostumbrado a leer en digital, no les había prestado mucha atención. Pero durante los recientes apagones, mi colección de libros impresos cobró una importancia que no habían tenido en años. Y como estos eran de los pocos libros que no había leído, los ataqué casi de inmediato. Sin embargo la historia fue tan sorprendente, que ha medida que me acercaba a su final intentaba prolongar su lectura. Pero siempre me ganaban los deseos de saber cómo continuaba la historia.
Ahora que los he terminado siento que me han dejado un vacío, así como cuando termino de leer las grandes historias.
No puedo más que recomendarles esta saga a todos, y si de paso son fanáticos de la leyenda del Rey Arturo, mucho más.
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Excelente!
Gracias por la recomendación!
Espero que lo disfrutes.
[…] negar que se trata de una versión muy épica de la leyenda artúrica, aunque muy distinta a «El Rey del Invierno«, que también es una de mis versiones […]