La Fortaleza Dorada Capítulo I: Orcos en la Frontera

Primera capítulo de la Fortaleza Dorada. Por el momento solo está disponible para mis colaboradores de Patreon, pero en unos meses estará disponible para todos.

Saludos amigos, el siguiente es el inicio del proyecto literario del que les vengo hablando hace tiempo. Se trata de una peculiar historia de fantasía que he tenido dándome vueltas en la cabeza desde hace tiempo.

En un principio solo estará disponible para los colaboradores de Patreon, pero en unos meses espero hacerla disponible para todos los lectores del blog.

Mi intención no es hacer una historia extremadamente larga. Un relato largo, o una novela corta cuando mucho, así que en unos meses debería estar terminada. Mi intención tampoco es escribir una obra maestra, sino más bien una historia entretenida. Espero que sea del agrado de todos.

La Fortaleza Dorada Capítulo I: Orcos en la Frontera

El rostro del explorador era de absoluta consternación.

—En efecto mi señor, bien podría tratarse de 30.000 orcos, al menos unos 5000 vienen con monturas, de todo tipo. —Por la voz de aquel hombre, bien podría estar anunciando el fin del mundo.

Selemto, el halfling mago de la corte, y prácticamente tío de crianza del príncipe, miró a este con solemnidad.

—Kalidor, ¿estás seguro de esto? ¿Estás completamente seguro?

—¿Quien viene al mando de esta compañía? Si se trata de Ernoligas, no tenemos nada que temer, es mi amigo y amigo de esta casa. —Respondió el príncipe con aparente solemnidad— Si alguien más viene al mando…

El muchacho no terminó su frase, pero las implicaciones no eran evidentes.

—¿Y bien? ¿Quien viene al mando de estos orcos? —Preguntó Selemto con rapidez.

—Bueno ehmmm. —El explorador miró a uno y al otro y finalmente consiguió elaborar su respuesta— Como sus majestades podrán imaginar, uno mira una compañía de tantísimos orcos, y lo que menos le preocupa es la identidad del líder. Lo primero que hice fue regresar tan pronto como pude a rendir mi informe.

Selemto enterró su cabeza entre sus manos. Kalidor puso una mano sobre el hombro de su tío para calmarlo.

—Tranquilo, todavía tenemos tiempo —le dijo al mago casi en un murmullo, y luego con voz mas clara volvió a dirigirse al explorador.— Actuaste apropiadamente, pero toma un grupo pequeño de jinetes, tres o cuatro hombres, tú mismo sabrás escogerlos, e intento observar ¿Qué bandera están enarbolando? Si son los orcos de las montañas del sur, no tenemos problemas. Vete ahora.

El explorador hizo una venia y prácticamente desapareció de la vista en un instante.

Selemto y Kalidor se dirigieron a la torre del mago desde donde tenían esperanzas de ver llegar a los orcos desde la lejanía.

Cuando iban saliendo del salón del trono, los interrumpió Indiara, una influyente cortesana de la fortaleza.

—¿Debemos informar a la reina de todo esto?—Su mirada era acusadora, como si temiera que el príncipe estuviera guardando un secreto a la señora.

—Mi madre se encuentra en medio de un importante ritual, como suele ocurrir entre los que estudian la alta magia —Kalidor respondió con un tono un tanto elevado, como para que otros que también estuvieran escuchando lo tuvieran bien claro—. Puedes interrumpirla si lo deseas, pero no creo que la señora se lo tome a bien.

—Pero de seguro el señor príncipe debe reconocer que la situación lo amerita… —Insistió Indiara.

—No mi estimada Indiara, no lo reconozco. No obstante, eres una mujer libre, si deseas interrumpir el ritual, es cosa tuya, pero no te lo recomiendo. La furia de mi señora madre es particularmente peligrosa.

Mientras subían por las escaleras de la torre, el mago admitió:

—Lo cierto es que estoy bastante tentado de interrumpir a tu madre yo mismo.

—A menos que quieras terminar convertido en una pira ardiente, no te lo recomiendo, mi madre lleva tres días en profunda meditación, y algo así como un mes preparándose. Así que mejor abstente.

—Pero si esos orcos vienen en plan de ataque…

—La verdad mi querido tío, es  que si estos orcos vienen a atacarnos, ni todo tu magia y la magia de mi madre podrían ser de mucha ayuda, así que confiemos que Ernoligas venga al frente o preparémonos para atacar.

En el tope de la torre soplaba un viento helado, y el mundo abajo se escuchaba silencioso y parecía muy lejano. Y en el horizonte, se levantaba una inmensa polvareda como la que levanta un enorme ejército, y en este caso era una inmensa horda de orcos.

Continúa el próximo Domingo 17 de Enero 2021

Capítulo Siguiente.

La Foto de Portada es de Dominika Roseclay en Pexels

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Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

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