Desde Córdoba, España, nos llega una historia de la autora Eva Barberá del Rosal para participar en nuestro Sexto Concurso de relatos:
Lógica Astral
Si la fantasía viene del tiempo el espacio no existe, donde entrometer una historia un relato la iniciación y el inicio de la realidad más real.
Te vi a lo lejos subyacente como casi un torpedo electrónico, la queja del viento aguado en las profundidades maternales de lo que fue aprender en la supuesta situación de marginales respuestas…
Me sentí atraída por tí mágicamente.
En ello pude ver el sendero de lo más valiente, lo más selecto por no decir el cambio y la transformación de aquel sentenciar clandestino; tu apuntabas lo que preveías como una fontana como un lago deforme. Me hallaba sobrecogida ionizada más no había llegado mi hora tempranamente si me sitúo en lo más verbal del hecho de lo más contaminado.
Ardía mi ser palabras de emoción suculentas por más que resultaba una apuesta el seguir esta trayectoria selecta, por más que el agua el medio acuoso me hacía respirar más y mejor.
Pero el ojo de la mediumnidad y el enfoque de lo naciente dentro de una sociedad carente de medios tales como un giro celeste de una carta astral rotativa girando sobre sí misma.
¿Qué era? No era un ovni pero tampoco era diferente. Yo declararía algo muy completo, muy preparado.
Al parecer este aparato sobrevolaba y volaba se agitaba haciendo rotaciones, y lo más curioso de todo era que al mismo tiempo calculaba un mapa del cielo donde se hallaba y se posaba sin miedo.
Era histórico y verídico de veras, pues no faltaban bellezas como esta por eso era inviolable que se mostrase tan ajena a lo que en el pasado fuese una especie de verdad efímera.
¿Por qué?
El hecho era magnífico.
Se podía estudiar alienándose quizás, pero un ejemplar como este merecía la pena agigantarlo para más tarde agradecerlo. Algo benigno.
¿Quién iba al mando?
Si había piloto era la misma astrología o las estrellas.
Curioso esta especie de simbiosis y a la vez extraño por sucumbir en nuestra trama histórica.
Es un hito.
Sólo lo vi yo. Tuve esa opción en mi vida.
Claro.
Es evidente.
¿Por qué?
Por la sensibilidad y su acecho. A veces nos está esperando.
Es verdad.
La sensibilidad nunca lleva una intención, es pura inercia.
Tampoco exactamente.
Es un fenómeno acorde.
Ah, dices que tiene qué ver con el medio acaso.
No exactamente. Sino con el nivel de estremecimiento sucesivo.
De una persona como yo es imposible que nazca un problema derivativo de algo como la forma el emblema la solidez
Pero la responsabilidad lleva consigo el carisma de lo que es el secretismo, el valor que nosotros le damos a las cosas tan bellas y que relucen como una máquina, aunque la verdad siga siendo algo diferente, por motivo de valores no de apuestas.
Entonces decías que era algo demasiado bello para hacerlo valer en su valentía, sí en su acopio de sabiduría.
¿Pues quién había creado semejante máquina voladora y capaz de predecir el futuro?
Estoy segura que alguien recreativo anunciante rico en ideas genuinas pero al borde del estallido recreativo, un juego verbal no solamente para personas pensantes y que valoren la inteligencia.
No es una tabla de ajedrez, ya lo se.
Fin
Muchas gracias a Eva por participar en nuestro concurso, mucha suerte.
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