La Fortaleza Dorada Capítulo X: El Anciano Mago Blanco

Kalidor y Selemto intentan comunicarse con aquel personaje, pero las cosas dan un vuelco inesperado

Sus ojos eran de un color ambarino, en un principio los miró en silencio con rostro ceñudo, pero casi de inmediato pareció recordar algo y se relajó.

Lo vieron hacer ademán de ponerse en pie, pero instantáneamente apareció ante ellos con un largo traje blanco y comenzó a hablarles.

Kalidor y Selemto se quedaron asombrados. Ambos magos sabían que lo que acababan de presenciar era magia de alto nivel.

-Dilatación temporal -murmuró el mediano.

-Y para una tontería como cambiarse la ropa -Asintió el medio elfo mientras intentaba comprender lo que decía el anciano mago.

-¿Teteke ladiumb sirensia? -Preguntó el mago blanco.

-No entendiento -Explicó Kalidor usando un élfico antiguo.

Selemto lo golpeó con el codo en las costillas.

-No exageres -le dijo el mediano al tiempo que intentaba por su lado- El caballero de seguro ¿conoce la lengua comercial?

Pero aquel anciano mago solo se mesó la barba extrañado. Pero con un simple gesto lanzó un hechizo que los trasladó a los tres hasta la biblioteca que habían conocido antes.

Selemto y Kalidor no podían creer la facilidad con que consiguió teleportarlos.

-No solo ha lanzado ese hechizo casi instantáneamente -explicó el medio elfo- también acaba de comerse la media docena de hechizos de protección que llevo conmigo como si nada. De hecho aún los tengo conmigo, es como si mi magia sencillamente no reconociera la suya como amenaza.

En silencio Kalidor se llevó la mano hasta el talismán que llevaba al cuello, que se suponía también debía protegerlo, ni siquiera estaba tibio.

Mientras tanto aquel anciano mago vestido de blanco se afanaba con una vitalidad inesperada entre los antiguos pergaminos, hasta que de pronto sacó un extenso mapa que extendió sobre una de las mesas. Los apuntó y luego al mapa.

Kalidor pudo reconocer que era un mapa de su mundo, aunque incluía algunas regiones que él mismo no conocía, y le faltaban algunas islas. Así que apuntó a la cordillera montañosa de la fortaleza y luego a sí mismo. Selemto hizo lo mismo.

Aquello pareció dejar muy sorprendido al mago de blanco, quien tuvo que sentarse de la impresión dejar de mirarlos y estudiarlos.

-Este caballero conoce la fortaleza… -Selemto se sintió complacido de que finalmente fueran ellos los que sorprendieran a su interlocutor. No obstante también se dio cuenta que todo aquello era muy extraño.

-¿Enesse? ¿Baruna? ¿Silfirini? -El anciano continuó intentando hablar, pero nada de lo que decía tenián ningún sentido para ellos.

-Voy a lanzar un hechizo de telepatía -Dijo Kalidor resuelto.

-¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Cuidado! Uno no lanza un hechizo sobre un mago de este nivel sin su permiso -le advirtió Selemto auténticamente asustado.

Así que Kalidor le hizo gestos, apuntó a las cabezas de ambos e hizo ademanes de gente hablando. No supo si el anciano mago entendió. Pero cuando comenzó a realizar el hechizo lentamente, el mago blanco solo esbozó una sonrisa.

Kalidor comenzó con sus cánticos y gesticulaciones, le tomó algún tiempo porque no quería mostrarse amenazador ante el otro mago pero cuando terminó pudo escuchar:

“Esa es una magia un tanto primitiva si hay que hacer todos esos gestos antes de lanzarla” -Era la voz del mago blanco, aunque este no había abierto sus labios.

“Es lo mismo que le digo siempre, pero aún no ha aprendido a lanzar magia sin los componentes verbales o gestuales, tiempo al tiempo” -Explicó Selemto.

“Ah, magos viejos y pretenciosos ¡ya aprenderé! ¡Pero si me están escuchando!”

Los dos magos mayores se lanzaron a reír mientras Kalidor intentaba poner en orden sus pensamientos.

“Al parecer es la primera vez que mi sobrino lanza el hechizo de telepatía, por cierto, soy Selemto, de la Fortaleza Dorada.” El mediano hizo una reverencia.

“Y yo soy Kalidor, también de la Fortaleza Dorada” -Se apresuró el muchacho con una reverencia un tanto demasiado violenta.

El anciano mago se puso de pie y correspondiendo a las reverencias se presentó:

“Yo soy Eliam, y también soy de la Fortaleza Dorada”.

¿Quién será realmente este «Eliam»? Y ¿Cómo es que también viene de la Fortaleza Dorada? Lo descubriremos muy pronto.

La imagen de portada pertenece a:

IvaCastro from Pixabay
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Lobo7922

Creador de La Cueva del Lobo.

Desde muy joven me sentí fascinado por la Ciencia Ficción y la Fantasía en todas sus vertientes, bien sea en literatura, videojuegos, cómics, cine, etc. Por eso es que he dedicado este blog a la creación y promoción de esos dos géneros en todas sus formas.

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