¿Ríos de agua salada? Suena a locura. Pero Imagina nuevos ríos atravesando las áreas desérticas de nuestro planeta, reverdeciendo esas zonas resecas de nuestros territorios. Pero ¿de donde podríamos obtener el agua? ¿Y si la sacamos del mar? Esa es la idea detrás de los ríos de agua salada.
Con frecuencia olvidamos que existen muchas plantas que pueden sobrevivir utilizando agua salada, por ejemplo el famoso Mangle, la Hierba mansa, el abanico, y muchas otras. Además también se están desarrollando en la actualidad una variedad de especies con mayor resistencia a la sal a través de diferentes proyectos. Un arroz desarrollado en China que cada vez resiste mejor el agua salada, varias especies de papa e incluso zanahoria, que están demostrando una buena tolerancia, etc.
¿Cómo Funcionarían los Ríos de Agua Salada?
La idea no es utilizar agua salada para reemplazar la irrigación en las áreas en donde ya hay agua dulce. Sino por el contrario aprovechar las zonas desérticas o semi desérticas que se encuentran cercanas a las costas para cultivar plantas que tengan buena tolerancia a la sal.
La idea sería más o menos la siguiente. Se bombea agua salada extraída de la costa, se crean una o varias lagunas en donde se pueden cultivar algas, peces, y otras especies marítimas con relativa facilidad. Además también se crean canales de irrigación y se usan para cultivar bosques de mangle, o de otras plantas tolerantes al agua salada. Con esas plantas no solo se pueden alimentar a los habitantes del lugar, sino también a sus animales, proveyendo así de una fuente de proteínas.
Diversos Grados
Ya hemos vistos como la combinación de agricultura y energía solar puede dar excelentes resultados, ahora pensemos en combinarlo con esta idea. Podríamos por un lado irrigar los desiertos del mundo con agua salada, aprovechar el exceso de sol con algunos colectores de energía solar (podría ser incluso similares a los que está desarrollando Heliovis) y entonces utilizar esa energía para desalinizar el agua del mar, y entonces poder sembrar también cultivos que sean menos tolerantes al agua salada, o incluso eventualmente cultivos que solo puedan regarse con agua dulce.
Por supuesto se requeriría grandes cantidades de dinero para comenzar. Pero al combinar ideas y conceptos de esta manera podría abaratarse y sacar un mejor provecho.
Ya hemos visto los avances que se están haciendo en la colonización de los mares, pero esta idea también posee interés pues nos permitiría «terraformar» zonas desérticas de nuestro planeta, que antes considerábamos que no podíamos aprovechar.
