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10 Fugas de Zoológicos que Acabaron Mal

Fugas de Zoológicos

Cuando escuchamos de Fugas de Zoológicos pensamos que son hechos lejanos que no ocurren en nuestro entorno. Son hechos que ocurren en lugares lejanos a personas que no conocemos. Pero ¿qué dirían si les cuento que a mi me ocurrió?

Primero los invito a que le demos un ojo a este video para que se hagan una idea.

10 fugas de Zoológicos que Acabaron Mal

Creo que estas fugas con frecuencia terminan mal porque las personas se descuidan y no esperan que los animales con los que tratan todos los días vayan a actuar de manera diferente. Pero olvidan que esos animales nunca se acostumbrarán a vivir en cautiverio.

Leonas en Celo

Yo vivo cerca de un zoológico, el famoso Parque Bararida. Para nosotros no es extraño escuchar el rugir del León por las noches, ya ni nos llama la atención. El colegio donde estudié casi toda la primaria y el bachillerato también queda muy cerca de ese mismo zoológico. Así que para mi nunca fue extraño, e incluso colaboramos trabajando como guías dentro del lugar para un proyecto al finalizar el Bachillerato. Pero si bien nos explicaron que era posible que algún animal se escapara y lo que debíamos hacer en esa caso. En el Parque Bararida, nunca me ocurrió nada.

Fue en otra ocasión, en uno de los viajes del colegio, nos fuimos a Caracas y visitamos varios lugares, entre ellos, El Parque Caricuao.

Toda la visita transcurrió sin mayores contratiempos, pero ya cuando se terminaba la visita, me acerqué hacia el área de los Leones. De pronto observo a una niña que viene corriendo anegada en llanto y gritando a todo pulmón:

¡Se escapó un león! ¡Se escapó un león!

Por supuesto aquello me sonó a mentira o alguna especie de broma. Si en nuestra ciudad nunca se escapaban los animales. ¿Cómo era posible que sucediera algo así en la capital? Totalmente absurdo. Así que continué acercándome sin creer a aquella niña.

Cuando me voy aproximando veo que viene una horda de gente, todos con la misma historia, unos muy asustados, otros más calmados. Sigo sospechando que aquello es mentira, pero ya tengo mis dudas, pues me parece difícil que tanta gente esté mintiendo o confundida.

Entonces me encuentro con uno de los vigilantes del parque y el señor me explica.

-No, no se ha escapado ninguno de nuestros animales. Se trata de un león del Ávila que siempre baja cuando las leonas entran en celo.

Por supuesto aquello me dejó patidifuso. Primero ¿todavía había leones en el Ávila en aquella época? ¿Leones en mitad de Caracas? ¡Increíble! Y segundo, el animal bajaba regularmente al Parque Caricuao cuando las leonas del parque entraban en celo. ¡¿Cómo es eso siquiera posible?! Pero así es.

Pues esa es mi historia, no fue una fuga de zoológico, era solo un león que venía de visita ¿qué tal?

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