Icono del sitio La Cueva del Lobo

Terapia con Pistola

Terapia con Pistola

Sacó la pistola y le disparó a los pies

-¡Se feliz hijo de puta!

-¡Pero qué carajo!

-¿No dijiste que querías algo de motivación en tu vida? ¡Se feliz carajo! -volvió a dispararle más cerca en esta ocasión obligándolo a saltar- ¡Baila desgraciado!

Y así lo persiguió durante todo el día a punta de pistola. En verdad era un sujeto muy deprimido y falto de motivación, pero un sujeto apuntándote con una pistola continuamente puede ser en efecto muy motivador.

Ese día hizo ejercicio, comió sanamente, organizó su cuarto, y hasta terminó un montón de trabajo que tenía atrasado.

-No puedo más, tengo que descansar, en verdad no puedo más.

-Esta bien, ya es tarde, vamonos a dormir.

-¿Vamonos? ¿Vas a venir conmigo?

-Claro que sí idiota, ¿crees que no sé que también sufres de insomnio? Voy a asegurarme que duermas de verdad.

Así se fue a dormir con el otro sujeto aún apuntándolo.

-Te vas a acostar tranquilo y en silencio, y no te quiero escuchar demasiado inquieto en la cama.

No podía creer lo que estaba pasando, pero en verdad tenía mucho sueño. Había sido un día realmente movido, estaba cansado y…

-¿Sabes algo? -Dijo cuando se estaba quedando dormido- Creo que está funcionando, tenía tiempo que no me sentía tan bien. Deberías usar esta terapia para ayudar a otras personas.

-Lo hago contigo porque eres mi amigo, pero dudo que lo haga con alguien más. pero podría vender los cursos…

Ayudanos a continuar creciendo, comparte este artículo con tus amigos
Salir de la versión móvil