La Cueva del Lobo

Leimos: Tecnopadres

technopriests

Bien seguimos con las reseñas. La presente me decepciono sobremanera, pero sinceramente hay muchas lecturas que se le pueden hacer, y que a su vez nos da un vistazo sobre la mentalidad del autor. Creo que esta pieza es más una especie de autobiografía simbólica del mismo. Me refiero a la obra Tecnopadre o Tecnhopriest en ingles. Publicada entre el 1998 y el 2006, contando con 8 volúmenes, escrita por Alejandro Jodoroswsky, dibujo Zoran janjetov y color por Fred Beltran. La serie parece estar ambientada en el Jodoverso, porque con la previa coincide en lenguaje y elementos característicos. He de decir ahorita que es la serie que más me ha aburrido, tal vez porque tenía esperanza de ver algo parecido a la Casta de los Metabarones. Pero antes de soltar la lengua aquí va la trama.

Trama

El Albino es un ser dotado, que al igual que el Paleo-Moisés está llevando a 50.000 mil jóvenes a la Galaxia prometida, donde las relaciones personales serán más importantes que el desarrollo tecnológico, mientras tanto nos relata sus memorias. En esta cuenta su historia a través de la industria de los videojuegos, a la par que las desventuras de su familia, la cual a la larga coincidirá con las de él.

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Como ya dije a esta obra se le puede hacer una lectura previa: El albino representa al creativo, al artista, que ilusionado que cuando va al mercado se percata, que allí no prima el deseo de hacer arte y mejorar al espectador, sino que impera el mercado con la intensión de embrutecer al consumidor del productor. En mayor o menor medida, el albino representa a Jodoroswsky en su aproximación al mercado cuando fue joven, me quito el segundo nombre a que es así. Desde esta perspectiva la crítica es sencilla y deliciosa, y sin duda imparcial. Aunque a mí en cierto punto me repatea porque me parece injusta. Cuando la miras desde la perspectiva religiosa y hasta política, el tecno-sacerdocio no es más que una crítica a las Iglesias organizada y a las ideologías y posturas políticas. En gran medida porque el autor realiza un acercamiento desde su perspectiva influenciada por el pensamiento oriental. El budismo en esencia tiene demasiado peso.

En cuanto al papel del Albino, he de decir que es tan delicioso como arrogante a veces ¿Por qué? Sencillo, al principio es delicioso porque actúa como el verdadero revolucionario (quitar aquí las ideas de izquierda y derecha, por favor) quien consciente, se infiltra dentro del sistema, agudiza las contradicciones internas para desencadenar con ello el fin del organismo corrompido; a partir de él, ya con el poder en mano arremete contra el mismo y lleva a cambio los cambios. Allí encuentro una gran satisfacción, pero por otro lado la postura del Albino es molesta porque ve todo desde una perspectiva de superioridad, y desde el punto de vista de que todo, salvo él y su mentor es vil. Por otro lado, también es un poco molesta, la cualidad exagerada que tiene para hallar solución a todo, de forma tan rápida, lo que da la percepción de un Deus Ex Machina. El albino nunca falla, y cuando duda consulta.

Por otro lado la historia de su familia es interesante, pero llega un momento donde es cansina porque parece más una novela de Corin Tellado. La vuelta de ellos es repelente, y me parece que el cambio es lo personajes carece de sentido; salvo en el papel de Panefa.

Por otro lado, cuando uno ve la historia del Albino, sus orígenes, te percatas el gran conocimiento que tiene el Autor sobre la Psicología Freudiana y la de Jung. Pero repatea que caiga en cliché, que se vieron o que vi en la Casta de los Metabarones. Me refiero a la fijación con el sexo y el complejo de Edipo/Electra que se ve patente en toda la obra; y que sin duda tiene un peso brutal como idea subyacente dentro de la historia de la Casta.

La historia de la familia está contada desde la perspectiva de Jung, quien estudio los arquetipos y sobre todo, en gran medida la alquimia para comprender el papel de los símbolos en la psiquis humanas. ¿Por qué digo esto? Sencillo, la madre del Albino es una sacerdotisa violada por varios piratas, y da a luz a tres hijos: uno de color plomizo, otro rojo y uno blanco. Resulta ser que dentro de la alquimia, la piedra filosofal para encontrar la perfección debe ser negra al principio, allí se le llama nigredo (el hijo plomizo se llama Algredo) luego al ser calentada se vuelve Roja (como la hija hembra) y luego brilla en blanco (como el albino) al final en ese punto tanto la piedra como el alquimista han dejado de ser el ser básico que eran para mejorarse. Curiosamente la madre del protagonista se llama Panefa, que suena a Panacea. Resulta ser cuando la piedra se disuelve en agua, se crea una sustancia llamada panacea, que permite curar cualquier enfermedad, hasta la vejez. Curioso ¿no?

Volviendo a esto de la vejez y el cambio, y remontándonos sobre el albino y el pensamiento oriental en el autor, veremos que hay una constante en Jodoroswsky, muy propia del budismo y algunas corrientes filosóficas occidentales y modernas, y es la idea de: ¿Qué es real y que es virtual? La idea de ¿Puede el pensamiento afectar la realidad o la realidad es meramente inmanente e inalterable? O peor ¿de dónde proviene cada cosa? El autor decanta por la idea de que es el mundo ideal el que se impone sobre el material. Y es que desde el mito de la Caverna no hay nada nuevo.

Otra lectura que podemos hacerle es a la relación entre Panhefa y su hijo y el padre de este Tarkan (creo que así se llama, no tengo ganas de revisar, me disculpan) visto desde un momento y un punto de vista freudiano, la relación de la madre con el hijo preferido, es un circulo vicioso donde el peso de la madre, vuelve al personaje un hombre con rasgos femeninos, débil y pusilánime que es poderoso solo cuando esta le da el poder, es la versión perniciosa de lo femenino sobre lo masculino, que evoca la concepción del lado oscuro del anima en Jung. El hijo cela a la madre, cuando esta se confrontar y se entrega a sus violadores, y la mantiene en constante estado de odio, motivándola a vengarse, pues Algredo puede verse para la madre, como un sustituto del esposo, pero sobre todo como el lado oscuro del animus que la empuja a su perdición. Es cuando ella encuentra a Tarkan, que es físicamente parecido al hijo, y por lo tanto una idealización del mismo, y consuma con este el acto carnal, cuando ella se da cuenta del lado positivo del Animus y da un cambio, deja de lado la oscuridad masculina y se aproxima a sentimientos más femenino como el amor, que nunca había profesado. Deja el odio, y con ella cambia al pirata también. En un proceso dialectico donde lo femenino positivo y lo masculino positivo se encuentra creando un ente andrógino y balanceado. Menuda locura he dicho.

Aquí va otro punto, y es que en sus obras, las concepción del ente superior andrógina, que proviene de la alquimia y la psicología de Jung, está presente a través del Andrógino, en apariencia, Algredo, que no trasciende su papel de hijo de mamá. Papel que a la larga será su muerte.

Y se preguntaran ¿Qué tiene que ver todo esto con la reseña? A parte de ser la lectura subyacente que he hecho, diré que mucho porque son las ideas perennes en esta obra y en las otras, como el Incal y la Casta. La razón por la cual no me gusto este trabajo, no solo fue porque yo esperaba una historia trepidante como en la Casta, que es trepidante, sino que me sentí como si estuviese leyendo un libro de autoayuda (que detesto, aunque respeto a quienes los lean) y por otro lado, la critica a todo el sistema donde estoy inmerso, donde todos estamos inmerso porque es la realidad que nos condicionan, me la hace alguien desde un pedestal. Pues el albino, solo falla una vez. Por lo tanto carece de gracias, diantres hasta Jesús tuvo sus momentos mundanos; Buda también. Creo que es esa arrogancia la que me molesto.

En fin, a mi me parece, a pesar de todo un gran trabajo y sin duda la recomiendo. Échenle un ojo, vale la pena.

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