Prácticamente la totalidad de este capítulo es de una importancia capital para comprender la dirección de la serie, así que me perdonarán si desde un comienzo aviso que lo que viene son…
¡SPOILERS! ¡Gigantescos y mutantes Spoilers del espacio exterior!
No era inesperado, era claro que uno de los dos iba a ganar, y aunque fue una pelea pareja, al final triunfa quien la trama necesitaba.
Yo pensaba que la historia podía continuar por otros derroteros, me imaginaba a Oliver tomando el puesto de nuevo líder de esta nueva raza de viltrumitas-insectoides, pero contrariamente a mis suposiciones Oliver se muestra bastante distanciado de su planeta y de su gente en este capítulo, lo cual dispersa bastante mis sospechas de que pudiera albergar algún rencor a futuro.
En fin que el ex-regente Thragg sobrevive al encuentro y ni Thresha ni Space Racer consiguen hacer gran cosa porque los Thraxans (los insectoides) consiguen defender a su regente de toda otra agresión.
Luego nos enteramos a través de un pobre anciano que de seguro tenía «días» de viejo (una eternidad en términos de Thraxans) que las leyendas cuentan del enfrentamiento de los dos titanes y de como triunfó su emperador dios.
Sin embargo Thragg triunfa por bastante poco y huye con bastante inteligencia, porque estoy seguro que Allen no lo dejará en paz. Pero la gran pregunta es, ¿se enterarían Oliver y Allen que Thragg está creando un nuevo ejército de Viltrumitas? ¿Le habrán pasado esa información a Allen?
Pero atentos a esta imagen, estos son dos Viltrumitas intentando controlar a esta mujer: ¡Esta es la enemiga que se ganó Thragg! Esta es la mujer que estará buscando venganza contra el ex-regente de ahora en adelante, no creo que la tenga fácil.
Se arma así una gran trama a futuro y Thragg se destaca como uno de los mejores villanos que hemos visto en la serie.
Entre él y Rex tenemos un futuro muy interesante para Mark y sus amigos.
Durante el resto del capítulo nos muestran unos momentos mas bien tranquilos entre la familia Grayson-Wilkins con Mark disfrutando algún tiempo de calidad con su hija y su esposa. Pero quizá sean los últimos momentos de tranquilidad que el pobre logre conciliar porque, lo que viene, no es bonito…
